Se fugó la lágrima

 Se fugó la lágrima,
resbaló por el cristal
de su ventana.
Va como alma en pena.
Desvelada del sueño,
la cabeza vertía
sobre la almohada su dolor.  
Cruzó la plaza a oscuras,
subió la suave cuesta,
giró en la esquina
y regresó a casa,
en silencio
sin que nadie la advirtiera.
Solo quedó entre las sombras
el rastro de sus pasos
y sus húmedas pestañas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario