De todas las posibilidades horribles,
este cuerpo se levanta entero de su lecho
cada mañana y encuentra
las cosas en su mismo lugar.
Nada que temer pero sabes
que el peligro siempre acecha.
Eres afortunada espectadora
de la crueldad de la vida.
Hoy es un día más,
parecido a cualquier otro.
Qué bien vestirse cómodamente
cada mañana y quitarse
esas prendas cada noche,
descalzarse y meterse en el cálido refugio
sin que el mundo se haya roto
bajo tus pies en un instante.
No debes olvidar nunca la importancia
de este regalo que tan amable
ofrece el universo,
Mientras, le doy educadamente
y de corazón las gracias,
le ruego que sea así por siempre.
De todas las posibilidades horribles
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