Este pasar de años es un fantasma
en un paisaje que parece idéntico
y siempre es diferente.
Cuando hago un alto en el camino,
al mirar el territorio abandonado,
me sorprendo
¡cuánto he recorrido
y qué extraño pensarme!
Dudo si son aquellas mis sombras
que recompongo sobre la figura
del presente.
Se han quedado borradas las líneas
sobre el plano
y solo algunos puntos sobresalen.
Un fantasma no deja huella,
es bruma esparcida por la brisa,
recogida en nubes.
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