Rodeada de extraños

 Rodeada de extraños,
¿qué quieres que haga?
Este es mi hogar, el que tú
ya no frecuentas.
No reconozco ni sus cuerpos
ni sus rostros,
acaso, la voz guarde la sintonía
de aquellas aguas de un nacido río.
Qué maldad reservará el tiempo
y sus calendarios
que amenazan con hacer distancia
del refugio.

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