Esta mariposa blanca revolotea
por este día lleno de luz,
cruza por delante de mi ventana
sobre los tejados,
retuerce la esquina y desaparece.
Hay ramilletes de flores blancas
cobijadas entre las tejas.
Pronto será un jardín seco.
Pocas lluvias vendrán,
quizá un pequeño chubasco
refrescará sus pétalos.
Viene el verano con su sol ardiente,
convertirá el asfalto en fuego,
los muros enfriarán el interior
de los monasterios
y en la calle las moscas buscarán las sombras
incordiando el descanso de las siestas,
mientras, en el silencio de la tarde,
el zureo de las palomas nos adormece.
Esta mariposa blanca revolotea
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario