Última llamada


Caen languidecidos
los golpes finales de campana
en este claro atardecer.
Cuando el reloj marcaba las siete y media,
fue noche oscura en invierno.
Se prolonga el tiempo ante la mirada
mas es paralizada eternidad
en el pequeño espacio
de nuestra tumba.
Las nubes no dejan pasar
la forma del sol,
pero viste de luz los rincones
sin sombras.
Entre el ruido, pían pájaros.
Empiezan a reunirse
en el interior de las densas copas
de cipreses los gorriones.
Rondan la plaza bandadas
de estorninos,
vuelan sobre los tejados
algunas palomas despidiéndose del día.
Rugen motores y llegan sonidos
que parecen palabras.
Vierte el cuenco de la existencia
estos contenidos
a los que pusimos nombres
y sentimientos.
Desnudos
son simples detalles
deformes y huecos.

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