Él no escucha tus palabras,
no atiende tus ruegos.
Él fue dios antes que hombre.
Donde ve mejillas secas
niega aguas subterráneas,
olvida que un día
era mágica pócima
lo que ahora es veneno.
¿Qué lenguaje entiende?
¿El hielo, la piedra, la rama,
la ráfaga de viento
que le sorprendió
sin escuchar la tormenta?
Desde la estancia cerrada
no pudo ver el cielo nublado.
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