Suela de zapato


¿Qué dices tú de lo visto,
qué de lo andado y pisado?
¿Qué me dices del cansancio
de un camino hecho?
Vamos, no protestes,
todos nos arrastramos por el suelo
cuando se necesita llegar al otro lado.
Has marcado el asfalto con tu huella,
ese tan transitado por extraños caminantes.
Tienen ojos andar seguro
y, a pesar de todo, tropiezas.
Llevas sobre tu piel gastada
los desechos de otros,
la podredumbre de la tierra
y el peso de tantos cuerpos
que hundieron su memoria
humo que fue ceniza,
de un fuego ya olvidado.

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