Desasosiego

Qué es este cansancio que habita
bajo el vestido de cada mañana.

El ropaje oculta lo callado
y muestra la sonrisa amplia
como brisa fresca y ligera
tras las lágrimas de rocío
sobre los pétalos de tu almohada.

A dónde quedaron aquellos cantos gloriosos
y ecos lejanos que venían a la luz
que rodeaba mi sombra
bajo el árbol de aromas delicados
arrancados de la profundidad de mi seno.
Brotaban raíces tiernas con esencia de vida,
tierra que esculpían mis manos
como sueños en la noche,
levantando moles de mística energía.
Ahora las encadenan cuerdas de oro.

Por qué mi cuerpo no responde a estímulos
cuando antes raudos mis pies
llegaba más lejos que mi voz.

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