Caen estos frágiles pétalos,
segundos del reloj del día.
Hoy el cielo se ha vuelto gris,
sin embargo, sus nubes no regarán 
con fresca lluvia la tierra.
No huyen los pájaros
hacia sus refugios,
dejan en el aire el agitar de sus alas
para posarse sobre los tejados
y sembrar de gorjeos
la pausa de la siesta.
Hay calma y silencio
y las notas sueltas 
de alumnos que ensayan 
en un conservatorio.
La tarde,
ajena a un firmamento sombrío,
es cálida y apenas se mueve 
una ligera brisa 
que acaricia el rostro y hace sentir 
un escalofrío por todo el cuerpo.
Olvida el dolor del espíritu
mientras la carne se alimenta
de estos pequeños deleites.
Caen estos frágiles pétalos
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