Vuelve un sol luminoso,
hiriente.
Vuelve la noche ruidosa,
el trajín de coches
que van en distintas direcciones
a un lugar reconocido.
Vuelven los jóvenes borrachos
a invadir el parque en la madrugada
y convertir el descanso
de las aves
en noche insomne.
Vuelve una excitante vida
a germinar sobre un mismo cadáver,
son las idénticas paredes
de un distinto edificio,
el confuso nudo de voces
en repetido eco.
La tierra agrietada escupe
sus secas raíces,
pastos para los insectos.
Vuelve, siempre vuelve,
la misma nada
con disfraz distinto.
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