Aunque la verdad era otra

 Aunque la verdad era otra,
esa que la razón niega 
mientras el corazón entiende
pero consiente y calla por miedo 
a no tener ese suelo firme 
bajo sus pies y caer al vacío.

No tiene sentido el mundo,
nada importa ni consuela.
El cielo, qué importa ya ese cielo,
antes era de una belleza rotunda 
cubierto de nubes blancas y esponjosas.
Ni aquel azul intenso 
de un hermoso y sereno mar,
cuyos volantes de espuma 
lo engullen y lo ahogan.

Tal vez, el brillo de un rayo de sol
penetre por su cristalino
y vuelvan a encenderse
estrellitas en su fondo
y se colme el firmamento 
que se tragó tantas noches
en un día luminoso.
Recuperar al menos, uno, solo uno
de los conceptos,
PAZ

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