Nos dio la vida el dolor de la herida

 Nos dio la vida el dolor de la herida,
el vacío de un deseo, 
también el placer de lo logrado,
y la cicatriz para la llaga abierta.
Los placeres dejan en la lengua
el regusto dulce
minutos, días, horas, años.
Para este vivir me fueron concedidos
unos ojos por donde corren ríos
que dan consuelo cuando tengo sed
y garganta que grita un eco
de desahogo.
Bueno o malo todo es préstamo,
hasta la desgracia se toma su descanso.

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