y cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.
Biblia del Oso. Job [30, 26]
En paz me creía y hallé guerra en mis territorios.
Esperaba la compañía y encontré soledad,
Regalé mis fuerzas y me devolvieron con abatimiento.
Di consuelo y recibí olvido.
Sabía que no era yo mi dueño,
ni mi juez, ni protector de mis días.
Conocía la procedencia de los regalos,
obtuve premio sin merecer
y por merced me dieron castigo.
A nadie ni a nada podría culpar,
ni siquiera conmutar la pena
a menos años.
No son responsables tierra o cielo,
sino la vida que tiene contados
hasta los segundos
y el recorrido de nuestros pasos.
Su plan es desorden y abismo.
No pondré en mi boca ofensa,
ni exigiré justicia por unas razones
que ignoro.
Cuando escuece la herida,
si tengo a mano la cura, la pongo,
si falta la ayuda, que su mal no la gangrene.
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