Fuerte es la lánguida amapola,
casi flotan sus pétalos
sobre su largo tallo.
La mueve con violencia el viento
y su flor se agarra firme
al cáliz.
Mas, si la cortas queda su corola mustia,
se apaga su brillante rubí ,
pierde la tersura su piel,
parecen alas de una mariposa muerta.
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