A Pessoa en una fotografía



Es en blanco y negro tu rostro,
el cuerpo cubierto por un largo abrigo,
tu cabeza por un sombrero.
Caminas por una calle con un nombre
que el tiempo tal vez, haya borrado.
¿Será la misma acera
que pisan hoy otros zapatos?
Ha retenido el instante
tu largo paso, vas ligero y se abren
las solapas de tu guardapolvo.
Todo es gris,
papel cenizo,
ayer callado
y tu voz muerta en esos versos,
viva, fresca, con cierto sabor áspero
venido de un lugar remoto.
Tras esas tinieblas te miro
de una foto deteriorada,
ese hombre que iba llegó
donde llegaremos todos.
Ese hombre ya no existe,
dejó desmenuzada su piel
sobre folios desgastados.

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