Solo juego de hojas que caen
sobre la luz de una farola
en este pequeño jardín con murmullo de fuente.
La brisa dulce de la noche las agita
y su fulgor aparece y desaparece
como por arte de magia.
Nada es cierto y todo es engaño.
No hay malas intenciones,
solo torpeza de unos pies
que caminan por un sendero de simulada claridad.
Siempre una verdad a medias,
rostros multiplicados en un espejo roto.
Inventados diccionarios
para escalar una montaña sin cima,
obviedades sobre sombras.
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