Estas tardes de verano

 Estas tardes de verano
se filtran por las horas,
tierra húmeda de tiempo infinito.
No abre fuente fresca
en la boca de los deseos,
deja caer lánguidos hilos de nada
y vierte a gotas un sorbo dulce.
Estas tardes de verano
tienen sus eternos silencios de siestas
donde reina la calma
con rumor distante.
Hay aleteos de palomas que cruzan
de sombra a sombra,
el eco de un motor que se aleja,
un crujir seco en el vacío.
Con el repentino zumbido de zángano,
el cuerpo pesado y en reposo
se contrae y se aligera,
luego, abierta a los párpados,
deja sobre el aire la desgana.

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