Lejos está el refugio de unos pies cansados

 Lejos está el refugio de unos pies cansados.
Se hizo un paréntesis al silencio
y en un rumor de estío
este río discurre sosegado.
Los pies buscan el fiel de la balanza,
sobre un fino cordel
y sin red va el funambulista
de lo confuso a lo oscuro.

La noche es paraíso sin riesgos
donde no hay lucha a muerte,
sino contra los fantasmas
de un país mágico.

Teme el corazón las ausencias
en las tinieblas ,
pero es la carne a la claridad del día
que desnuda se presta al martirio.
Juegan oscuros pájaros
a esconderse tras las nubes blancas
y sobre el horizonte la luz se pierde
llevada por el solano
hacia el inhóspito desierto.

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