Entre las calles solitarias
llega un bullicio festivo,
se han apagado los focos
que alumbraban el tiempo
y deja apenas perfiladas en bordes
sus contornos.
En un cielo oscuro
brilla en su fondo una luna creciente,
luminosa como una perla,
luna de espejo plateado,
duerme su otra cara en su azogue.
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