Esperar lo esperado,
esperar lo posible,
esperar sin promesas
su llegada.
Desesperar en el banco
de la paciencia,
agitar el pañuelo del olvido.
Baste el engaño
del silbido de un tren,
confundido por el deseo,
para un corazón que anhela
partir de viaje
...y morir todos los días
para que reine la total noche
y aun así,
esperar el alba.
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