Dos vidas


Todos los gemidos se concentran
en un desesperado grito.
Hay sufrimientos seco y húmedo
que rasga la tierra y el cielo.
Un cuenco donde gira la carga
expuesta a las fuerzas centrípeta y centrífuga.
Una condensa, la otra desplaza.
Una vida de indómito corazón
que, como un huracán desordena el universo,
sin reparos lanza los cuerpos
frágiles entre sus garras
contra sus muros.
La otra ronronea y no saca las uñas.

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