Llueve y son caricias al aire sus gotas

 Llueve y son caricias al aire sus gotas.
Lleva toda la noche y la mañana sin parar
y aún continua en la tarde su hermosa melodía.
Es un brotar de fuente, una suave ola deslizada
sobre la arena de una playa.
Algunas chocan sobre el capó de un coche,
cartones apilados en la basura,
diapasón marcando un compás.
Llueve en este día gris claro
sin el fulgor dorado del sol,
empapa su continuo rodar de agua
tejados, muros y adoquines.
Llueve sin estridencias,
es calmada y dulce esta lluvia,
sin bravura, sin hacer charcos,
ni ríos, ni torrentes.
Desciende el poco caudal  
hacia las alcantarillas.
Hay vacío de voces,
solo algún motor ruge de vez en cuando
y, en las pausas un silencio,
entrega al oído y al alma
su sereno canto
de fuentes clandestinas en un jardín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario