Aire, aliento que entra y sale,
que vierte su bondad y su ira.
En un remanso nos abandona,
nos pone alas y nos trae
semillas para ser nuestro alimento.
Fuimos arrojados con su soplo
a esta tierra fértil y estéril,
tierra, verbo y vino de nuestra memoria
y sepultura en el olvido.
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