Qué barruntan los inquilinos

¿Qué barruntan los inquilinos
de este edificio?
Gritan y protestan incordiando
mi calma.
Tranquilos, vivid a vuestro acomodo
y dejad que la cordialidad fluya.
Basta de hacer ruidos innecesarios,
dejemos la sonoridad cotidiana:
los oídos se acostumbran
a esos ecos,
no soportan la música tan alta.
No son suficientes las paredes
que dividen una casa con otra,
se adentran sus conflictos
en el cálido hogar,
infectan su descanso.
Hasta el más sutil pisoteo
sobre el piso,
el timbre insistente
sonando,
el corretear de niños,
el trasiego por las escaleras
son un suplicio insoportable.

¿Qué barruntan estos inquilinos
de esta casa que envejece
y tiene ya grietas en sus muros,
humedades en los rincones
y techos?
Los pilares se tambalean
y sus vecinos sufren y temen
el derrumbe que se presiente
en esta comunidad arrendada
por unos años.

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