Dejemos el tiempo pasar, 
que caiga como mano blanda 
por su propio peso. 
Ocupar sus minutos 
sin prestarle atención, 
hacer las cosas 
sin mirar sus números 
ni escuchar su monótono ritmo 
aunque pertinaz insista 
en apresurarnos. 
Ignoremos el tiempo que pronto 
se hace pretérito y carga 
un saco de recuerdos, 
la memoria es una bolsa 
de agujeros llena 
y va perdiendo sus migajas 
por el camino. 
Volver atrás es imposible, 
ir más rápido un contratiempo. 
Dejemos el tiempo fluir 
en libertad, 
girar en su eterna burbuja 
donde reina el siempre 
y su rey mata nuestras horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario