El amor es metáfora

El amor es metáfora,
ni palabra ni comparación,
ni concepto sustantivo.
El amor es la expresión adjetivada
de los ojos que, más que ver,
miran,
la boca que busca otra boca,
soledades conjuntas.

El amor es nombre ingrato,
cubierto de lodo
como los grandes nombres,
dios, eternidad, paz, verdad.

Ay, el amor que duele
por su ausencia
y goza por el roce íntimo.

Amor con mayúscula
es amor conjugado
siempre en presente,
no el amo de poder
que eso es siervo y señor.

Amorrrrrrrrrrrrrrrrrr,
con resonancia,
abierto al universo,
cuerpo que arde en llamas
que no queman,
fuego que da vida.

Amor desnudo sin florituras,
profundo, sin el vulgar
apasionamiento,
fugaz destello que alumbra
los sentidos despiertos,
y los anula en su punto
álgido.

Nada de amor ciego,
amor que camina a paso
lento y cuidado,
removiendo las brasas,
procurando no se enfríe
aquello que surgió de un sol.

Amor que crece por los espacios
íntimos de tu territorio,
cuerpos encarnados
de una herida virginal.

Amor creado desde el propio amor,
sin modelo ni horma,
arte puro y único de su artesanía.
Todas las cáscaras
que al amor se apegan
no son culpa de su esencia,
sino de las mentiras pegajosas
adheridas del mundo.

Aprender el amor
es nuestra meta,
no el egoísta fin
de conocernos a nosotros mismos.

El amor es tu espejo
mira qué rostro dibuja
y sabrás si eso que tú sientes
es amor o engaño.

Amor en el sexo,
más no, sexo es amor.
Amor limitado, constreñido,
amor de pareja o grupo,
amor infinito al mundo.

El sexo es sólo gusto,
el amor, el alimento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario