El alba se presenta
con acumulado cansancio,
en su rostro se vislumbra
un desengaño inevitable.
No es hermosa su liquida claridad
que anuncia intensos colores.
Hoy nos despierta de este espejismo
donde creímos llegar a un oasis
tras cruzar un océano.
Aguas que no quitan la sed,
de tan sedienta boca.
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