Cuando el hombre muere

Cuando el hombre muere,
todas las palabras que acumuló
en su maleta,
oídas, pronunciadas, calladas,
y las olvidadas incluso,
construyeron su alma,
vistieron su espíritu con cuerpo humano.
Su alada materia vibra en el aire
y sus partículas son ondas que garabatean
el cielo, ocultándose tras las nubes
a la espera de que la lluvia
riegue nuestros pensamientos.
 

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