Una consciencia inmortal
batalla contra el tiempo
de un mundo efímero.
Aturdidos, perdidos,
abrumados, desesperados
en la noche,
buscamos tan elevada respuesta
con tan torpes preguntas,
que, trastornados, caemos
en la locura y el caos.
Por suerte, la mañana
de toda noche regresa
y los cantos de pájaros
y la luz de un sol,
y las certezas hechas costumbres
nos cierran las heridas.
Nos cubre de nuevo el bálsamo
de la ignorancia y el olvido.
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