Aunque no todas las infancias
son felices,
todas tienen una sonrisa en los labios,
brillo en los ojos y luz en sus sueños
mientras juegan.
Pero, ¿qué corta la niñez y su inocencia?,
¿cuán largo el desengaño y su agria malicia?
En aquella mirada pura
estará siempre
la belleza del mundo.
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