Este cansino camino que nunca acaba,
esta pesada mochila que va vacía.
Y sin embargo,
¡qué bello paisaje
envuelve esta soledad encontrada!
Habla de los árboles,
cuenta sus ramas, siembra flores secas
entre las páginas.
Le canta al río y a los pájaros
con el silencio de su boca.
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