¿Cómo hacer ausente esta angustia?
Es fácil olvidar la muerte
que vendrá mañana.
Envolverse con la rutina de los días
y negar que acabará con un suspiro el aliento.
Pero esta angustia que destroza lentamente
devoran las entrañas sus fauces,
roen la carne sus gusanos,
da herida mortal al alma,
la desangra gota a gota.
Ese morir no se olvida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario