¿Acaso eres la niña que hace
ñoñerías para que la miren
y le rían las gracias?
¿Acaso no te basta ese bocado
que muerdes para tu hambre?
¿Acaso esperas el aplauso,
el vanidoso halago?
¿Acaso es tu valor moneda
con un precio?
¡Ay, amiga! ¿Es acaso tu soledad
espacio recorrido por el vuelo
de una pluma?
¿Acaso no son alas libres
para un sueño?
Aunque nadie te vea volar,
disfruta de su deleite.
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