Entre las manos llevo la vida.
De porcelana frágil,
la descuido y se fragmenta,
quedando los trozos
desperdigados por el suelo.
Recompongo su cuerpo tullido,
lleva en su superficie
las señales de la tragedia.
Olvido sus pecados
pero no perdono mis errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario