Si llegar a la verdad
exige desprenderse
de los deseos mundanos,
¿por qué fue nuestra materia
creada con su fuego?
Si la palabra esperanza
envuelve la virtud
de la paciencia,
¿por qué se llenan nuestros días
con la sed de su martirio?
Si la esencia humana
se adorna de razón,
conciencia y actos,
¿por qué somos siervos
de un dios caprichoso?
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