Fue hormiga trepadora
y olvido de noche,
ausencia de palabra,
colmillo de lobo.
Nada se entiende,
ni traza razones
el eco que vuela sin alas.
Fue castillo sin torreón
atacado por corsarios,
le engañó la bruma
entre mar y cielo
y encontró su derrota.
Nada se ajusta a la línea recta
por donde la hormiga avanza,
lenta, ciega, sumisa
camina hacia el precipicio
de su inconsciencia.
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