Estos ojos ven cumbres
que otros no vieron.
En este cielo azul diluido
bajo la luz de un atardecer,
viene en alto vuelo
una paloma.
Unos ojos la miran
sin saber que la paloma
los mira quizá también.
Le rodean al observador
cielo, aire, vida,
materia inerte
de muros y tejados,
ecos suspendidos
surcando los espacios como aves
vacíos para unos ojos
y sin embargo, tan llenos.
Cree el que mira ser especial
porque mira y ve,
porque diferencia
unas cosas de otras.
Cuán ciego está el que no entiende
que es parte del gran espectáculo
la magia que hace uno dentro de uno,
y este uno dentro de otro.
Así, un todo único
en un infinito universo
que no puede ser visto
en este mundo de ilusiones.
Estos ojos ven cumbres
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