Rezas a un dios sordo

 Rezas a un dios sordo
o extranjero.
Háblale con el idioma
universal
de los gestos,
señala a tu corazón,
lanza un sollozo,
derrama lágrimas
por las laderas
de tus mejillas,
clava en sus ojos
la espada de tu miedo.
Si tiene compasión,
abrirá sus brazos
para darte cobijo
mientras hunde el puñal
que dé muerte al enemigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario