Quise retener un instante
de gran belleza.
En un cielo de gruesas nubes,
fondo gris y blanco,
se abrió entre su espesura
la imagen azulada
de un ave con las alas abiertas.
Mas fue tan fugaz su vuelo
que, antes de hacerla eterna,
quedó difuminada su memoria.
La líquida sustancia
se escurrió
entre los dedos del tiempo.
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