Busco entre el lienzo sin formas
el barniz que cubre un paisaje prometido.
Recuerdo el hostil brillo metálico
del instrumental,
la camilla con sábana blanca,
impoluta,
el cuerpo frágil, casi licuada materia.
Las pocas palabras,
alas de una esperanza latente
y el ancla pesada de los miedos.
Dejo ese velero naufragar
en este oscuro océano.
La mirada imagina el abismo
que flota en este frío habitáculo
donde se ahogan los sollozos
y la conciencia navega al mundo
de lo etéreo,
entre las brumas de un tiempo parado,
eterno, sin contornos,
el precario presente,
mano de lactante,
agarrada a la maternal mano
de la vida.
Busco entre el lienzo sin formas
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