Hay un lugar de mi
estancia
que permanece vacío,
ningún mueble ni
objeto
se ajusta a sus
medidas.
Lo busco con
impaciencia
desde un lejano
pasado
que ya ni recuerdo.
Su desamparo me
entristece,
he luchado hasta la
desesperación
por encontrarlo.
Recorrí diversos
lugares
donde pudiera dar
con elemento tan
escurridizo.
Después de tantos
intentos
pensé dejar a la
casualidad
el afortunado
hallazgo.
Pero el tiempo pasa
y se agota
y aún sigue vacío.
No sé cuántas
estaciones
he permanecido a la
espera
y la feliz cosecha
se demora.
Entra la luz cada
día
en ese rincón de la
estancia,
acaricia sus paredes
mas al llegar la
noche
se cierne la
oscuridad
más densa
y su abandono
se hace más
visible.
Sufre mi ánimo
vaivenes de
emociones,
me enfado, lucho,
desciendo a los
infiernos
y me resigno.
No puedo hacer nada,
puse en
ello todo mi empeño.
Quizá esté ciega
y teniendo la
solución
frente a mis ojos,
halle ausencia
en lo que está
completo.
Ojalá se abra en mi
nublado
sentido
el fiel
entendimiento
de que así debe
ser.
Que ya es
lo que creo,
que todavía
no ha sido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario