No se va esta oscuridad obstinada.
Quedó fijada a este pavimento.
Veo sus pesadas huellas de cansancio.
Cegadas las compuertas hacia alguna huida,
no queda más que seguir con estos pies
una dirección no señalada.
Lejos quedó la línea de salida,
nada se divisa de aquel principio
y no hay guía, ni luz, ni llama
en este camino sin reposo y aliento.
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