Suspendidas gotas de aire,
paralizadas en la atmósfera vacía de la mañana.
Van lentas las horas, abatidas deambulan
como pasos de damas románticas.
La vida se acorta y hay a la espalda
tanta historia.
Encuentras en esos negros ojos,
la ternura de la carne y el alma.
No nos envejecen los años
sino el polvo acumulado en la mirada.
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