Nuestra más perfecta creación: Dios.
Somos dos que se acuestan juntos
y comparten insomnio.
¿Qué saben los otros
de nosotros?
Los ojos ciegos mirados
creen que ven.
Simple como dulce gota
de rocío,
salada lágrima del mar.
Hormiga que trepa la montaña,
ola que muere en la orilla.
El silencio es aliado
de la tempestad.
Deja que pase la tormenta,
ya verás si vuelven los pájaros.
Esta cáscara que pudre la muerte
ya iba corrompiéndose con la vida.
¡Qué fuerza tiene este viento
que impide que cierre la puerta!
Quizá espera que entre algo de luz
en esta oscura estancia.
En este mar de inquietudes
no encuentra la nave su rumbo.
¡Qué largo camino!
Perdemos la vista
de su horizonte
¡Qué corto paso
nos aproxima siempre
al fin!
No sé por qué sigo sacando agua
de este pozo,
si por más que bebo
nunca me sacio.
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